miércoles, 22 de febrero de 2012

Síndrome de Peter Pan

La vida pasa en un ir y venir de días y apenas reparamos en que los minutos se nos van, quedan atrás, casi tan rápido como las meriendas después de clase, el pilla-pilla o el 'dame la mano que vamos a cruzar'. Poco a poco, el niño que fuimos se va escondiendo en algún rincón de nosotros mismos y no se deja ver.


A veces nos paramos a pensarlo y nos preguntamos qué habrá sido de él. Lo que solemos ignorar es que siempre está ahí, que no se va, es sólo que olvidamos que aún nos acompaña allá donde vamos. La cuestión es recordarlo, y saber que se esconde tras cada paso que damos, pues el comienzo del camino es siempre la infancia, y es por tanto, la que nos ha hecho, en parte, quienes somos. 

Al fin y al cabo, todos hemos sido niños, y todos tenemos ese lado infantil escondido en nuestro interior. Será que en el fondo, seguimos siéndolo, y por eso, todos tenemos el síndrome de Peter Pan oculto en algún rincón, anhelando un fugaz instante en el que sea libre para dejarse ver.

1 comentario:

  1. Todos tenemos ese lado infantil, que muchas veces aflora cuando vemos a los niños jugar en el parque, en la nieve o simplemente haciendo una chiquillada. En esos momentos vemos la felicidad que nos procura la infantilidad y queremos volver a sentirnos (sino ser) niños.

    ResponderEliminar